martes, 25 de mayo de 2021

ERNESTO VILLARRUBIA


Quien haya estado en el ambiente del ciclismo en Río Cuarto en los últimos 40 o 50 años seguro recordará el rastrojero verde de los hermanos Villarrubia acercándose a las largadas, recordará don Ernesto, ‘el Bodega’, tal era su apodo,  dirigiendo a sus hijos en la carrera, o en el velódromo organizando, siguiendo con sus planillas los puntos de cada corredor, atento a cada detalle. 
A los que están desde mas tiempo lo habrán visto corriendo mil y un carreras de veteranos, ganando muchísimas, a los que son ciclistas también lo habrán visto entrenando con ellos, con su pedaleo característico, ‘ruedeando’ muy cerca, casi encima del ciclista que lo antecede. Y aquellos que llevan muchos mas años cerca de este deporte en la ciudad lo habrán visto de seguro corriendo aquí o allá en primera a cuarta, como se denominaba la máxima categoría, porque la vida de  Ernesto es todo una oda a la bicicleta, su pasión lo llevó  a vivir siempre con el ciclismo como estilo de vida. 
Todo ese desborde de pasión y amor por este deporte fue un legado para sus generaciones posteriores, tanto a hijos como nietos que siguieron sus caminos y llevaron al apellido Villarrubia con orgullo.

Ernesto Villarrubia nació  un 3 de junio de 1935  hijo de José Villarrubia  y María Antonia Villarrubia  .

En el ambiente se lo conocía como 'Bodega', lo cual viene de una abuela de Ernesto, quien, cuando este iba de visita, le comía todo lo que tenía y la abuela le decía -Que, tenes una BODEGA que te cabe tanto. Muchos pensaban que su sobrenombre estaba relacionado al vino, pero la realidad es que Ernesto nunca fue habitué del alcohol, tal es así que toda su vida almorzó y cenó con agua solamente.

 Hizo el servicio militar en Uspallata allá por los años '50, tiempos en los que ya llevaba su pasión por el deporte de las dos ruedas.  Tal es así que consiguió que le dieran permiso después de hablar con sus superiores para poder correr algunas carreras. 


Una anecdota que contaba Ernesto del servicio militar es que cuando ingresó, en un momento un jefe pregunto al grupo de soldados nuevos, a quien le gustaba andar en bici o si había en el grupo algún ciclista, Ernesto levanto la mano solícito e ilusionado ante el requerimiento,  fue entonces que, para su desilusión, lo mandaron a afilar cuchillos de todo el cuartel, el cual se realizaba con una afiladora que consistía en un  tipo de amoladora a pedal, lo que al menos estaba cerca de su amado ciclismo.

Ernesto Villarrubia formo parte de la generación del ciclismo romántico, del ciclismo épico, con competencias  de ruta de incontables kilómetros de tierra, guadal, a veces barro. También de la época de competencias en el Parque Sarmiento. 
Por razones laborales no le dedicaba el tiempo necesario a sus entrenamientos por lo que en su época de primera no obtuvo tantos buenos resultados como le hubiese gustado pero todo cambió siendo ya grande donde en veteranos consiguió innumerables victorias.

Solía contar Ernesto que en los primeros tiempos, cuando estaba en primera a cuarta, se corría con las 2 ruedas de la bicicleta, tanto la delantera como la trasera, con masa trasera,  las cuales llevaban montados piñones de distintos dientes en cada lado de la masa y un tensor de cadena, entonces cuando llegaban a partes del camino pesadas o guadal sacaban las llaves y daban vueltas las ruedas poniendo los piñones mas aptos según la dificultad del camino.


En primera a cuarta fue parte de  numerosas competencias principalmente a nivel local y zonal entre las que se destacan la participación en varias Córdoba-Río Cuarto, en una de ellas clasificó a los 12, siendo el segundo entre los de Río cuarto.

En veteranos consiguió una incontable cantidad de victorias merced a su apreciable velocidad en los últimos metros de las llegadas. Cuenta su hijo Daniel que , en el tiempo que viajaba con su padre a competir a distintas competencias,  Ernesto llegó a acumular la friolera de 27 carreras invicto en veteranos, una cifra mas que envidiable, lo que deja en claro la gran capacidad y la categoría de don Villarrubia.

Durante todos esos años que compitió en veteranos nunca dejó de estar para sus hijos , por entonces competidores de primera o elite. Su rastrojero viajaba sin descanso para llevarlos a correr a toda carrera que necesitaran, ya sea cerca en la zona o a lugares lejanos como la gran Buenos Aires - Río Cuarto, algo que también les servía a muchos ciclistas locales, mas de una vez sin otro medio para ir a correr, a los cuales llevaba para que puedan participar. Fue mentor, mánager, motivador, mecánico, planillero y lo que se necesitara para que sus hijos llegaran a un lugar en este deporte. 

Ernesto pedaleo y corrió mientras la salud se lo permitió, se bajó de la  bici ya a edad avanzada, problemas en sus rodillas que se hicieron insalvables lo obligaron a vivir este deporte desde otra posición. 

En el ambiente el recuerdo de Ernesto, siempre verborragico, nunca quieto, viviendo su pasión por el ciclismo, arriba o abajo de la bici con ese ahínco de los que  realmente aman lo que hace, perdurara siempre entre quienes vivieron esa maravillosa época del ciclismo riocuartense. 



Ernesto Villarrubia junto a otra de las glorias del ciclismo
 de Río Cuarto, don Romano Milloch


Una de las tantas llegadas victoriosas de Ernesto








Villarrubia peleando contra el guadal,
imagen típica del ciclismo de esos años

Imagen de su época del servicio militar donde consiguió
que le permitieran correr algunas carreras


En la linea de largada de una competencia Doble Río Cuarto - Chucul
 con varios corredores de esa época, entre otros se ven a
Rosello, Schiaffino, Silveyra y Carranza




Compitiendo en una Doble Río Cuarto - Chucul



Largada de una cuarteta de persecución por equipos en la mítica pista
 del Parque Sarmiento, el segundo desde la izquierda es Ernesto



Otra llegada triunfante


Primeros metros en una competencia en el Parque Sarmiento,
se observan también entre otros a Carlos Sosa y Ricardo Carena





Ernesto con su Rasrtrojero verde y sus propagandas con el que
seguía a sus hijos en incontables competencias en ruta



En la foto Ernesto reclamando un fallo en una carrera en el circuito
 de la Gruta en Villa María. Ernesto llevaba todo anotado, embalaje
 por embalaje, en muchos casos los planilleros tenían una duda y le
 preguntaban a Ernesto porque sabían que él llevaba todo anotado



Un documento inapreciable, planilla del Pedal Club de una
 competencia ganada por Ernesto estando en 5ta categoría, se ven en
 la clasificación tambien a Manuel Vesi o Miguel Schiaffino


A continuación una serie de recortes que retratan la larga trayectoria de victorias de Ernesto Villarrubiade Don Ernesto 


















































































































































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